Luminosidad y riego: Factores importantes a tener en cuenta a la hora de adquirir una planta

La luminosidad y la disponibilidad de agua son de suma importancia a la hora de cultivar una hortalizas, hay plantas que son súper resistentes a la luz, de igual forma que las hay que son muy sensibles. ¿Sabes el motivo de estas diferencias, ya que todos utilizan la luz solar para producir su alimento? A lo largo del artículo explicaremos cómo se produce esta diferenciación y los factores a tener en cuenta a la hora de adquirir una planta.

Ya sabemos que las plantas utilizan la luz solar para producir su energía, pero cómo lo hacen no es un tema familiar entre la gente. Básicamente, la fotosíntesis se realiza a través de CO2 (dióxido de carbono) y H2O (agua) y se divide en dos etapas. Ambos se dan en el Cloroplasto (orgánulo vegetal que se encarga de dar el color verde a la planta) pero en distintos lugares, en los Tilacoides se da la fase fotoquímica, donde la energía lumínica se transformará en energía química y en el estroma del cloroplasto ocurrirá la fase química, donde tiene lugar la fijación de carbono.

El dióxido de carbono es importante para la producción de glucosa, una molécula orgánica energética. Es en la segunda etapa que se produce la apertura de los estomas (estructuras que controlan la entrada y salida de gases en las plantas) para que el Carbono se fije, y es a través de él que se produce la transpiración, es decir, la pérdida de agua del organismo, ya que al abrirse los estomas pierden agua. Algunas plantas tienen mucha dificultad con la exposición constante al sol porque para mantener funcionando sus procesos fotosintéticos tendrían que dejar sus estomas abiertos por más tiempo, pero hay grupos de plantas que ya no tienen esta sensibilidad a la luz solar porque sus mecanismos se han adaptado para fijar este dióxido de carbono o elegir fijarlo por la noche.

El ciclo de Kelvin es la fase química de la Fotosíntesis, es donde las moléculas simples de CO2 serán recolectadas y transformadas en moléculas más complejas que son necesarias para los seres vivos, como los aminoácidos (proteínas), ácidos grasos (grasas, lípidos) y los Hidratos de Carbono. Distribuimos las plantas en 3 grupos con diferentes mecanismos: C3, C4 y CAM (Metabolismo del ácido de las crasuláceas).

Mecanismo C3: Lleva el nombre del ácido 3-fosfoglicerato que se forma después de la fijación de moléculas individuales de CO2. La mayoría de las plantas tienen este tipo de mecanismo y son endémicas de las regiones tropicales húmedas, siendo valoradas comercialmente para mantener los lugares donde se encuentran más húmedos “desperdiciando” agua. Este mecanismo se caracteriza por la consecución de la Tasa Máxima de Fotosíntesis (TMF) a baja intensidad lumínica, es decir, en lugares con mucha incidencia de luz estas plantas tienden a perder mucha agua porque sus estomas estarán abiertos, pero ya habrán llegado a su TMF. Las plantas C3 no necesitan mucha luz y necesitan mucha agua si están en lugares con más luz, siendo ideales para ambientes cerrados o con sombra.

Figura 1: Lírio de la Paz (Spathiphyllum cannifolium) ejemplo de planta C3.