Paisajismo regenerativo: más que belleza, un compromiso con la vida

Autor: André Guilherme Rego - Data: 30/05/2025

En los últimos años, el paisajismo regenerativo ha surgido como una respuesta innovadora y necesaria a los impactos negativos causados por la urbanización acelerada, la industrialización y el cambio climático. Más que un concepto estético, representa un cambio profundo en nuestra forma de relacionarnos con la tierra. Este enfoque va más allá de la preservación: busca sanar los ecosistemas degradados, restaurar la biodiversidad y reconectar a las personas con la naturaleza, promoviendo espacios vivos, funcionales y resilientes desde el punto de vista medioambiental.

¿Qué es el paisajismo regenerativo?

El paisajismo regenerativo es una práctica basada en principios ecológicos y sistémicos, cuyo objetivo es restaurar activamente los ecosistemas mediante el diseño paisajístico. A diferencia del paisajismo convencional, que prioriza únicamente la estética y el confort humano, este enfoque trabaja para crear sistemas integrados que sustenten la vida en todas sus formas. Los pilares principales son el restablecimiento de la salud del suelo, la gestión inteligente del agua, el uso de especies autóctonas, el fomento de la sucesión ecológica y la conexión entre naturaleza, cultura y comunidad. Se trata de un paisajismo que regenera el medio ambiente al tiempo que satisface las necesidades humanas, fomentando la belleza, la funcionalidad y la resistencia ecológica.

Frente a la degradación medioambiental que afecta a los suelos agotados, la escasez de agua y la pérdida acelerada de fauna y flora, los huertos regenerativos han surgido como herramientas prácticas y eficaces para revertir estos daños a escala local y regional. Contribuyen directamente a rehabilitar suelos degradados, aumentar la infiltración y retención del agua de lluvia, crear microclimas urbanos, atraer polinizadores y fauna autóctona, así como producir alimentos y mejorar la salud física y mental de las comunidades. Estos jardines actúan como verdaderas islas de regeneración, reforzando la resiliencia medioambiental y social en tiempos de cambio climático.

Técnicas que hacen posible la regeneración

La base de esta transformación está en el suelo. Un suelo vivo y fértil es esencial para el equilibrio de cualquier ecosistema y se cultiva mediante técnicas como el abono verde, el compost orgánico, los biofertilizantes líquidos, los microorganismos eficientes y el acolchado. El agua, por su parte, se trata como un recurso precioso y no como un residuo: jardines de lluvia, zanjas de infiltración, espejos de agua filtrantes y sistemas de recogida de aguas pluviales forman parte del repertorio técnico. Las especies vegetales utilizadas deben ser preferiblemente autóctonas y multifuncionales, ya que requieren menos recursos, proporcionan refugio y alimento a la fauna y son más resistentes a las condiciones locales. Además, el diseño bioinspirado -que observa los patrones y flujos de la naturaleza- permite crear paisajes autorregulados que evolucionan con el tiempo.

Más que una práctica técnica, el paisajismo regenerativo es un movimiento social. Los proyectos que involucran a la comunidad promueven la educación ambiental, recuperan conocimientos tradicionales, generan pertenencia y aumentan los impactos positivos de las intervenciones. En contextos urbanos o rurales, puede aplicarse a plazas públicas, escuelas, hospitales, empresas, jardines residenciales, granjas e incluso grandes propiedades agrícolas, siempre con el objetivo de restaurar la integridad ecológica y crear paisajes productivos.