Wilber Inácio Zamora Carrasco, fundador de Jar Deco, compartió su trayectoria en el paisajismo, que comenzó modestamente como asistente de jardinería. Al principio, sus tareas eran sencillas, como plantar plántulas y realizar tareas básicas, pero su pasión y dedicación lo llevaron a profundizar en el mundo de las plantas y los jardines. Con los años, Wilber perfeccionó sus habilidades y se convirtió en uno de los nombres más reconocidos del diseño de paisajes, fundando Jar Deco, una empresa reconocida por su innovación y respeto por el medio ambiente.
Jar Deco se ha distinguido por ejecutar proyectos que no solo celebran la belleza natural, sino que también incorporan soluciones sostenibles en sus creaciones. Un excelente ejemplo del trabajo de la empresa es el jardín que se está desarrollando actualmente en una residencia, que refleja la dedicación de Wilber y su equipo a crear espacios que armonizan con la naturaleza, respetando las limitaciones del entorno local. Costa Rica, donde la empresa tiene su sede, es conocida por sus vastas reservas naturales y su clima tropical, pero las estrictas restricciones hídricas han obligado a replantear el diseño de jardines locales.

Para superar estos desafíos, Jar Deco invierte en proyectos de jardines secos, un enfoque que prioriza el uso eficiente de los recursos hídricos. En estos proyectos, piedras y rocas de diferentes tamaños y texturas conforman la mayor parte del área verde, creando paisajes que imitan los ecosistemas naturales y requieren menos riego. Wilber y su equipo invierten en plantas resistentes, como cactus y agaves, que requieren poca agua, pero garantizan un impacto visual impactante y una estética única.

Además, Jar Deco siempre incorpora elementos tropicales a sus diseños, creando un contraste visual entre plantas resistentes y especies típicas de climas más húmedos. Esta fusión de diferentes tipos de vegetación da como resultado jardines que no solo son funcionales, sino también hermosos y sostenibles. La empresa continúa innovando, demostrando que es posible crear paisajes que respeten tanto las exigencias ambientales como la necesidad humana de disfrutar de espacios verdes en armonía con la naturaleza.