Las estaciones y su impacto en las plantas
Autor: Matheus Augusto P. Leôncio - Data: 10/03/2025
Las estaciones tienen características únicas que influyen directamente en el clima, la vegetación y el comportamiento de diversas especies. Divididas en primavera, verano, otoño e invierno, se producen debido a la inclinación del eje de la Tierra respecto al plano orbital, alterando la distribución de la luz solar a lo largo del año. Estos cambios cíclicos tienen un profundo impacto en los ecosistemas, determinando desde los periodos de floración y crecimiento hasta las épocas de letargo y adaptación de plantas y animales.
El comienzo de cada estación está marcado por acontecimientos astronómicos. En el hemisferio norte, el invierno comienza el 21 o 22 de diciembre, durante el solsticio de invierno, que corresponde al día con menos luz solar. El verano, en cambio, comienza el 20 o 21 de junio. El otoño y la primavera comienzan en los equinoccios, cuando el día y la noche tienen la misma duración: la primavera comienza entre el 21 y el 22 de marzo, y el otoño entre el 22 y el 23 de septiembre. En el hemisferio sur, las fechas se invierten: el verano comienza el 21 o 22 de diciembre, el otoño el 20 de marzo, el invierno el 21 de junio y la primavera, también llamada primavera austral, el 22 o 23 de septiembre.

La La primavera es conocida como la estación de las flores, ya que es cuando muchas plantas entran en su periodo reproductivo. Con el aumento de la temperatura y la luz, brotan hojas y flores, lo que favorece la polinización. Animales como las abejas y las mariposas vuelven a estar activos tras meses de inactividad, contribuyendo a la fecundación de las plantas.
Abejorro (Bombus terrestris): Las reinas de esta especie entran en diapausa (una forma de hibernación) durante los meses fríos, enterrándose en el suelo o en lugares protegidos hasta la primavera, cuando emergen para iniciar nuevas colonias.

El verano destaca por ser la estación más calurosa y con más luz solar. Con días largos y lluvias frecuentes, favorece la fase vegetativa de las plantas, aumentando la tasa fotosintética y estimulando el crecimiento. Muchas especies aprovechan esta estación para almacenar hidratos de carbono, garantizándose reservas para periodos en los que los recursos estén menos disponibles. En agricultura, el verano requiere un riego más frecuente debido a la elevada tasa de evaporación del agua en el suelo.
Boniatos (Ipomoea batatas): Durante los meses más cálidos realiza una fotosíntesis intensa y dirige parte de los azúcares producidos a sus raíces tuberosas, donde almacena energía en forma de almidón. Este almacenamiento permite a la planta sobrevivir en periodos menos favorables y rebrotar más tarde.

El otoño marca una transición, cuando las temperaturas empiezan a bajar y los días se hacen más cortos. Durante este periodo, muchas plantas entran en letargo, reduciendo su actividad metabólica para conservar energía. Como estrategia de supervivencia, las especies caducifolias interrumpen el suministro de savia a sus hojas, lo que provoca su caída. Este proceso permite dirigir los nutrientes a las estructuras esenciales, preparando a la planta para el frío del invierno.
Cerezo (Prunus avium):
El El invierno se caracteriza por temperaturas más bajas, poca luz y un menor crecimiento de las plantas. Muchas especies detienen su desarrollo y algunas pierden parcial o totalmente las hojas, como el cerezo (Prunus avium) antes mencionado, que entra en letargo durante este periodo. Sin embargo, algunas especies aprovechan el frío para florecer, como las azaleas, que encuentran en el clima más suave las condiciones ideales para desarrollarse.

En agricultura, el invierno requiere cuidados especiales, sobre todo en lo que se refiere al riego. Como la tasa de evaporación del agua en el suelo es menor, un exceso de humedad puede favorecer la aparición de hongos y plagas como las cochinillas. Por lo tanto, una gestión adecuada del riego es esencial para evitar dañar las plantas.
El aumento de la temperatura debido al calentamiento global ha interferido en las estaciones, y esto es muy perjudicial para la biodiversidad, ya que la temperatura es uno de los principales factores que interfieren en el ciclo de las plantas. El adelanto de la primavera y el retraso de la llegada del otoño están directamente relacionados con el aumento de la temperatura media mundial, que ha subido unos 0,18ºC desde 1981. Esto subraya la importancia de prestar atención a las cuestiones medioambientales para mitigar los efectos del calentamiento global.
Las estaciones no sólo determinan el clima, sino que también regulan los ciclos biológicos, influyendo desde la germinación y el crecimiento hasta la floración y la fructificación. De este modo, su impacto se extiende a la fauna, afectando al comportamiento de diversas especies. Comprender esta dinámica es esencial para la agricultura, la conservación del medio ambiente y la planificación de diversas actividades humanas. La naturaleza, en su ciclo constante de renovación, se adapta a cada estación, demostrando cómo los seres vivos están profundamente conectados al ritmo del planeta.
Tomar ejemplo de la naturaleza y adaptar los proyectos de paisajismo a las estaciones es un planteamiento inteligente y sostenible. Observando cómo los ciclos naturales regulan el crecimiento y la transformación de las plantas, los profesionales pueden crear espacios que respeten y aprovechen estos cambios estacionales, creando entornos más armoniosos y resistentes.
Para ello, es importante elegir especies que se adapten bien a las condiciones climáticas locales, utilizando plantas autóctonas o adaptadas que rindan bien durante todo el año. Es esencial tener en cuenta la variación de la luz solar, las necesidades de agua de las plantas y el comportamiento del suelo a lo largo de las estaciones. Los diseños paisajísticos que incorporan zonas de sombra, áreas de retención de agua y plantaciones estratégicas pueden ayudar a reducir el impacto de las variaciones climáticas extremas, como el aumento de las temperaturas o los periodos de sequía. Así, al planificar paisajes que se ajustan a los ritmos naturales de la Tierra, los profesionales contribuyen no sólo a la estética, sino también a la sostenibilidad y la preservación del medio ambiente.
Referencias:
Estación
La relación entre las plantas y las estaciones
Véase también:
Ciclos verdes: la fascinante reproducción de las plantas
La savia y los sistemas de conducción en las plantas
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